Para mí, el performance es una forma poderosa de expresión que trasciende los escenarios tradicionales, se convierte en un medio versátil que puede llevarse a cabo en las calles, teatros y salas de exhibición, alcanzando a toda clase de públicos.

En mi práctica, busco fusionar elementos orgánicos e inorgánicos, creando una sinergia entre el arte de contar historias a través del cuerpo y la fisicalidad, junto con instalaciones que incorporan materiales diversos.

Este enfoque no solo enriquece la experiencia estética, sino que también genera momentos que conectan profundamente con la realidad que se quiere representar.

Como performer, mi trabajo se nutre de las vivencias que atraviesan mi cuerpo, abordando problemáticas que resuenan en la experiencia colectiva.

A través de esta conexión, intento crear un puente entre lo personal y lo común, fomentando un sentimiento de apoyo y entendimiento entre los espectadores, cada performance se convierte en un espacio de reflexión y diálogo, donde lo individual se entrelaza con lo comunitario, promoviendo una experiencia compartida que invita a la empatía y la conexión humana.